Por Miguel Zegre
Ya es una realidad cotidiana que la automatización en las tareas administrativas de las empresas sea uno de los principales impulsores del cambio en el futuro de la contabilidad. Es por esto que la profesión de contable se enfrenta a grandes cambios en los que está obligado a adaptarse a nuevas funciones y adquirir nuevos conocimientos.
Desde hace muchos años han surgido herramientas como el software de contabilidad, la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático que están eliminando gran parte del trabajo manual asociado con la contabilidad tradicional. Procesos como la introducción de datos, la reconciliación de cuentas y la gestión de facturas, que antes consumían una cantidad significativa de tiempo, ahora pueden ser automatizados con un alto grado de precisión. Esto no solo reduce el margen de error humano, sino que también libera a los contables de tareas repetitivas y tediosas. Indudablemente el futuro de la contabilidad está en su adaptación a las nuevas tecnologías y necesaria transformación digital.
El contable en el pasado: funciones
Como decimos, la profesión contable ha experimentado una transformación significativa en las últimas décadas, y se encuentra en medio de una evolución continua que está redefiniendo su papel en el mundo empresarial. Tradicionalmente, los contables eran vistos como los guardianes de la información financiera, centrados en tareas rutinarias como la contabilidad, la preparación de balances, la declaración de impuestos y picar facturas. Sin embargo, con el avance de la tecnología y las crecientes expectativas del mercado, los contables están asumiendo roles mucho más estratégicos, convirtiéndose en asesores clave para la toma de decisiones empresariales. Este cambio de enfoque no solo está mejorando el valor de la profesión, sino que también está redefiniendo lo que significa que la contabilidad es una carrera con futuro en el siglo XXI.
Factores que impulsan el cambio
Como resultado, los contables tienen más tiempo y capacidad para concentrarse en tareas de mayor valor añadido, como el análisis financiero y la planificación estratégica. Esto está transformando la percepción de la contabilidad de una función administrativa a un rol esencial en la creación de valor empresarial. En lugar de ser vistos como meros registradores de transacciones, los contables modernos están siendo reconocidos como asesores financieros que pueden ofrecer información crítica para el éxito de una empresa.
Pero, ¿qué factores debemos tener en cuenta a la hora de realizar un cambio efectivo?
Tecnología
El impacto de la tecnología en la contabilidad va más allá de la automatización de tareas rutinarias. La era del Big Data y el análisis avanzado está cambiando radicalmente la forma en que se recopila, procesa y utiliza la información financiera. Los contables ahora tienen acceso a una cantidad de datos sin precedentes, lo que les permite realizar análisis mucho más profundos y detallados que nunca.
El uso de Big Data permite a los contables identificar patrones y tendencias que no serían evidentes a través de métodos tradicionales. Esto facilita la previsión financiera, la gestión de riesgos y la toma de decisiones estratégicas basadas en información precisa y actualizada. Además, la capacidad de trabajar con grandes volúmenes de datos y de utilizar herramientas analíticas avanzadas se está convirtiendo en una competencia clave para los contables que desean mantenerse relevantes en un entorno empresarial en rápida evolución.
Globalización
Una de las incontables ventajas de la tecnología y la transformación digital de las empresas es la de tener una economía que permite el acceso a la información financiera internacional, ver el estado de otros mercados y potenciar el desarrollo industrial, todo a favor de la toma de decisiones adecuada para nuestra empresa.
Regulación y normativa
A medida que los contables asumen un rol más estratégico, también se enfrentan a una mayor responsabilidad en términos de regulación y ética. Con el creciente escrutinio sobre las prácticas empresariales y la transparencia financiera, los contables están en una posición única para garantizar que las empresas no solo cumplan con las normativas, sino que también operen de manera ética y sostenible.
El futuro de la contabilidad también implica un mayor enfoque en la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa. Los trabajadores contables están llamados a desempeñar un papel en la medición y reporte del impacto ambiental y social de las actividades empresariales, lo que añade una dimensión adicional a su función tradicional.
El futuro de la profesión contable: de contabilizar a asesorar
A medida que las tareas operativas se automatizan, las empresas están esperando más de sus contables. Ahora, se espera que los profesionales contables no sólo comprendan los números, sino que también sepan cómo interpretarlos en un contexto más amplio y estratégico. Este cambio de paradigma implica que los contables deben tener un conocimiento profundo del negocio en su conjunto y no solo de las finanzas sino también de asesoramiento del cashflow y en definitiva la realidad financiera de la compañía. La habilidad para ofrecer asesoramiento basado en datos, anticipar riesgos y oportunidades, y contribuir a la estrategia empresarial es ahora una parte crucial del rol contable. La toma de decisiones, como puede ser externalizar la tesorería, debe ir de la mano de un asesor contable bien formado en transformación digital ya que será una figura de gran peso en la evolución tecnológica de la empresa.
Beneficios de esta evolución
En la profesión contable del futuro vemos a un experto que trabaja mano a mano con la alta dirección, proporcionando información clave que ayuda a guiar la empresa en la dirección correcta. Este papel implica un enfoque proactivo, donde el contable no espera a que se le pidan datos, sino que anticipa las necesidades de la empresa y actúa como un socio en la toma de decisiones. Este cambio también requiere un conjunto de habilidades más amplio, que incluye competencias en análisis de datos, habilidades de comunicación, y un conocimiento profundo de la tecnología aplicada y actualizada.
Hay dos aspectos importantes que complementan y resumen el futuro de la contabilidad:
- Educación: dado este entorno cambiante, la educación y la formación continua son cruciales para los contables que desean mantenerse al día con las nuevas demandas de la profesión. Las instituciones educativas están adaptando sus programas para incluir no solo contabilidad técnica, sino también formación en tecnología, análisis de datos y habilidades blandas como la comunicación y el pensamiento crítico. Por ejemplo, vemos que la carrera de contaduría pública tiene futuro y cada vez más demanda en universidades y otros centros formativos.
- Adaptabilidad: la capacidad de adaptarse a nuevas tecnologías y de aprender continuamente será esencial para los contables del futuro. Aquellos que puedan combinar su conocimiento técnico con una comprensión profunda de la estrategia empresarial y el análisis de datos estarán en una posición sólida para prosperar en la profesión contable en los próximos años.
El futuro de la profesión contable está marcado por una transición fundamental: de un enfoque en la gestión de transacciones a un rol de asesoría estratégica. La automatización, el Big Data, y la creciente importancia de la sostenibilidad están redefiniendo el papel del contable, convirtiéndolo en un pilar central en la toma de decisiones empresariales. Este cambio no solo está elevando la importancia de la contabilidad dentro de las organizaciones, sino que también está abriendo nuevas oportunidades para los profesionales, capacitados para liderar la transformación digital de la empresa y que estén dispuestos a adaptarse y crecer con la evolución de la profesión.