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Digitalisation

Financiación a corto plazo vs a largo plazo

October 28, 2024
4
minutos de lectura

Por Miguel Zegre

Ventajas y desventajas de la financiación a corto plazo versus a largo plazo para las pymes

La financiación es un elemento crucial para el crecimiento y la sostenibilidad de las pequeñas y medianas empresas. Tanto la financiación a corto plazo como a largo plazo ofrecen soluciones diferentes según las necesidades de la empresa. Para elegir la opción más adecuada, es esencial entender las ventajas y desventajas de cada una en función del objetivo financiero, la situación del negocio y su estructura. Por este motivo es esencial que conozcamos bien las características de ambas opciones y cuál puede ser más beneficiosa para las pymes.

¿Qué es la financiación a corto plazo?

Hay momentos en los cuales una empresa necesita acceder a fondos que le permitan iniciar nuevas actividades, inversiones o generar nuevos proyectos. Para ello necesitará nuevas fuentes de financiación para lo que es importante conocer las características de cada mecanismo y así saber cómo funciona la financiación a corto plazo y a largo plazo para, según el tipo de empresa, saber cuál escoger.


La financiación a corto plazo
se refiere a préstamos o créditos que deben ser devueltos en un período inferior a un año. Este tipo de financiación es útil para cubrir necesidades inmediatas de liquidez, como la compra de inventario, el pago de nóminas o la gestión de otras obligaciones operativas.


Sin embargo, la financiación a largo plazo implica obtener préstamos que deben ser devueltos en un período de tiempo superior a un año, con plazos que pueden llegar a 5, 10 o incluso más años. Este tipo de financiación se suele utilizar para proyectos de expansión, la compra de activos a gran escala o la mejora de infraestructura.

Ventajas de la financiación a corto plazo para las pymes

Como hemos indicado anteriormente, este mecanismo se emplea para tener una liquidez inmediata pero, veamos qué más ventajas nos aporta:

  • Rápida obtención de capital: Las pymes suelen acceder más fácilmente a la financiación a corto plazo debido a los menores requisitos y tiempos de aprobación. Esto es crucial para empresas que necesitan liquidez de manera urgente para cubrir gastos operativos inmediatos.
  • Menos costosa en términos de intereses: Aunque las tasas de interés pueden ser elevadas, el período de tiempo es corto, lo que significa que la cantidad total de intereses pagados puede ser menor en comparación con préstamos a largo plazo.
  • Mayor flexibilidad: La financiación a corto plazo permite una mayor flexibilidad para responder a situaciones imprevistas, como fluctuaciones en la demanda o problemas temporales de flujo de caja.
  • Mejora la capacidad de crédito: Si una pyme gestiona bien su deuda a corto plazo, puede mejorar su historial crediticio, lo que facilita el acceso a financiación futura en mejores términos.

Desventajas de la financiación a corto plazo

Como contrapunto, también es necesario conocer qué desventajas nos puede traer la elección de financiación a corto plazo:

  • Tasas de interés más altas: Aunque la cantidad de intereses totales puede ser menor debido al corto período de amortización, los préstamos a corto plazo suelen tener tasas de interés más elevadas en comparación con los préstamos a largo plazo. Esto puede aumentar el costo total si no se gestionan adecuadamente.
  • Presión sobre el flujo de caja: Las empresas que optan por financiación a corto plazo deben devolver el préstamo en un período muy corto. Esto puede generar presión sobre el flujo de caja de la empresa, especialmente si los ingresos esperados no se materializan rápidamente.
  • Riesgo de refinanciación: Si una empresa no puede liquidar la deuda dentro del plazo acordado, puede verse obligada a refinanciar el préstamo, lo que puede incurrir en más costos o incluso en peores términos financieros.

¿Cuál es mejor para las pymes?

La decisión entre financiación a corto plazo y a largo plazo depende del contexto financiero y operativo de la pyme o del autónomo. Para proyectos de expansión, adquisición de activos o inversiones de gran escala, la financiación a largo plazo puede ser la mejor opción. Esto se debe a que permite pagar el préstamo en plazos más largos y facilita el crecimiento sin ejercer presión inmediata sobre el flujo de caja.


Si nuestra elección es a corto plazo, las fuentes de financiación cada vez más utilizadas son factoring y confirming que nos facilitarán liquidez inmediata, como cubrir gastos operativos, pago a proveedores o aprovechar oportunidades a corto plazo. En estos casos la financiación a corto plazo puede ser más adecuada. Sin embargo, es esencial que la empresa tenga un plan claro para devolver el préstamo sin comprometer sus operaciones diarias.


En resumen, no hay una opción que sea absolutamente mejor que la otra. Lo ideal es que las pymes y los autónomos combinen ambas formas de financiación a corto plazo o a largo plazo y según sus necesidades específicas. La clave está en gestionar adecuadamente el riesgo y la carga financiera para asegurar un crecimiento sostenible.

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